Los desafíos de la energía asequible no contaminante
Según el Informe de Sostenibilidad, “Chile y sus regiones, 2015”, del Observatorio de Sostenibilidad de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile (FEN), nuestro país al año 2011 se encontraba bajo el promedio de la OCDE en cuanto a la tasa de energía renovable, produciendo cerca de un 18% del total de su energía por estas vías. Sin embargo, desde el año 2011 al año 2014 aumentó 9 puntos porcentuales por sobre el promedio OCDE que llega al 20%. Además, Chile se encuentra sobre el promedio de países de Latinoamérica y el Caribe los que no superan el 10% de generación de energía por fuentes renovables.
En efecto, el año 2014 se presentó la Estrategia Energética de largo plazo (2050) para Chile.
Entre sus principales objetivos se buscó que todas las familias vulnerables tengan acceso continuo y de calidad a los servicios energéticos. Además, que el 70% de la generación eléctrica nacional provenga de energías renovables y que el 100% de las edificaciones nuevas tengan altos estándares de construcción eficiente y cuenten con sistemas de control de energía, entre otras. Nada de esto hubiese sido posible sin la participación ciudadana a través de mesas de trabajo y talleres que se realizaron a lo largo de todo el país. Quizás, lo que permitió lograr un acuerdo de largo aliento fue que 27 personeros claves del sector y procedentes de diversos ámbitos de la sociedad chilena, siguiendo directrices OCDE, tuvieron como misión “construir una visión compartida para el sector año 2050, que se plasmó en el documento Hoja de Ruta 2050, pocas veces una política pública logró revertir una situación de crisis que se manifestaba en altos precios de la energía y la demanda creciente de sectores económicos, especialmente de la minería. Esta metodología dotar??a de legitimidad frente a una sociedad cada vez más activa en la decisión de los temas de interés público. Entre los objetivos planteados se propone alcanzar que el 70% de la generación de energía provenga de las renovables.
En Chile se define como fuentes de Energías Renovables No Convencionales (ERNC) a la eólica, la pequeña hidroeléctrica (centrales hasta 20 MW), la biomasa, el biogás, la geotermia, la solar y la energía de los mares. Existe un reconocimiento explícito -según el Climate Scope 2016- de que nuestro país es el segundo país a nivel mundial después de China, en energías renovables, y en la lucha contra el Cambio Climático en la región de América Latina y el Caribe. Esto significa, según el Ministerio de Energía del Gobierno de Chile, “que la inversión récord en proyectos de energía renovable no convencional (ERNC), se ha más que duplicado, saltando de 1,3 mil millones de dólares en 2014 a 3,2 mil millones de dólares en 2015”.
De acuerdo a los logros alcanzados, se plantea que en Chile destacan la rebaja del 63% en el precio de los contratos de suministro eléctrico para clientes regulados que permitirá que “hogares y empresas tengan rebajas de en torno al 20% en sus tarifas eléctricas a partir de 2021 y por 20 años”, según el Ministro de Energía del gobierno actual. Del mismo modo, se señaló en el Chile Day, realizado a fines de junio del 2017 en Washington DC que, “en tres años pasamos de tener 1000 MW instalados en energías del futuro a tener 3800 MW, y para el final del período de este gobierno llegaremos cerca de los 5000 MW”, concluyó el Ministro.
Reflexiones finales
Chile, uno de los países más afectados por el cambio climático y que solo impacta con un 0,26% del total de las emisiones de Co2, está siendo pionero en la manera de cómo asume el liderazgo y permite ofrecer un giro a la tensión existente en la industria energética y en el resto de las industrias del país, frente a una creciente crítica de la ciudadanía por nuevas centrales y proyectos energéticos, entre ellos el detenimiento del Proyecto Barrancones por el propio Presidente Piñera; el detenimiento del Proyecto HidroAysén y otros proyectos detenidos por la falta de licencia para operar, que comunidades y ciudadanos organizados tenían como carta para detener los objetivos de un sistema que daba señales de agotamiento.
Chile es líder a nivel Latinoamericano en instalaciones solares, especialmente por sus grandes extensiones del Desierto de Atacama, como gran fuente de energía solar.
En 2014, la mayor parte del desarrollo del PV fue impulsado por proyectos mercantiles que se desarrollaron para vender electricidad en el mercado spot -a partir de finales de 2015, 750MW se encuentra instalado-.
En 2014, “se introdujo un programa de medición neta. Esto permite a los consumidores minoristas de electricidad con instalaciones de generación renovable o de cogeneración de menos de 100 kW conectarse a la red nacional, la generación de excedentes y obtener crédito por el exceso de electricidad suministrado. El crédito es equivalente al precio cobrado por los servicios públicos a sus consumidores” (Climascope, 2016).
Hay grandes desafíos para las ERNC, quizás el principal de ellos es mantener que una política pública con tanta legitimidad y resultados continué en el próximo gobierno, independiente del sector o tendencia que alcance el poder y, segundo, reducir la contaminación de las ciudades para que los chilenos puedan ver que más allá de la baja de precios las ERNC redundan en temas de salud y medioambiente en sus lugares de origen.
Reinalina Chavarri M.,
Directora Observatorio de Sostenibilidad
Departamento de Administración de Empresas
FEN U. de Chile
Fuente: Reporte Sostenible. http://reportesostenible.cl/los-desafios-de-la-energia-asequible-no-contaminante