
Chile aún está bajo el crecimiento OCDE y debe solucionar diferencias locales
Mantener un crecimiento del PIB de al menos un 7% anual en los países menos adelantados. Esta es una de las metas específicas del Objetivo N°8: “Trabajo decente y crecimiento económico”, que, según los consulados por HUB Sustentabilidad es uno de los más importantes para nuestro país. Cifra que está muy por lejos del 2,7% proyectado por el FMI como crecimiento para Chile en los próximos 5 años.
Por otro lado, cerca de la mitad de la población mundial todavía vive con el equivalente a unos US$2 diarios, y más de 2.200 millones de personas están bajo el umbral de la pobreza. Pero quizá lo más alarmante es que, según la ONU, se necesitarán 470 millones de empleos a nivel mundial para las personas que se incorporarán al mercado laboral entre 2016 y 2030. Por eso, este ODS es fundamental.
Realidad local
Si bien en nuestro país el desempleo ha tenido una tendencia a la baja durante esta década y el ingreso per cápita, claramente ha aumentado, llegando a un proyectado de US$23.803 para este año (FMI), muchos países de América Latina están muy por debajo de Chile. Sin embargo, nuestro país se encuentra al debe si se le compara con el promedio de los países pertenecientes a la OCDE, con una diferencia respecto a este grupo de US$23.675.
Incluso, si se considera la realidad loca, existe una clara disparidad de crecimiento a nivel país. Según el Informe de Sostenibilidad de la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la Universidad de Chile, esta variable se observa mejor en la zona del norte grande. Antofagasta, Atacama y Tarapacá son las regiones que construyen más riqueza. Destaca Antofagasta con más de US$39.000 del PIB per cápita, lo cual la convierte en la región con el mayor indicador en el país y Atacama, que se ubica en el segundo lugar.
Las regiones con menor PIB per cápita son Maule, Los Ríos y La Araucanía, esta última con un ingreso per cápita casi 8 veces inferior al de Antofagasta, superando apenas los US$5.000.
Al respecto, según Reinalina Chavarri, Directora del Observatorio de Sostenibilidad de la FEN-U.Chile, los datos demuestran que Chile es un país asimétrico en ingreso per cápita si consideramos el factor población en cada región, evidenciando la ausencia de una estrategia de desarrollo sostenible que genere mejores condiciones del crecimiento económico. “Para llegar a la meta debemos definir una estrategia de largo plazo que considere desde una perspectiva integral múltiples aspectos como educación de su población: condiciones de empleo y trabajo decente, características particulares de los territorios en términos económicos y ambientales, equidad salarial, participación de las medianas y pequeñas empresas en las economías locales, entre otros”, detalla la académica.
En cuanto a la tasa de desocupación en Chile, esta alcanza actualmente a 6.4% entre agosto y octubre de 2016, según datos del INE.
Pero “a la hora de comparar el resultado nacional con la OCDE se observa que, el promedio de ocupación de los países pertenecientes a este grupo es superior en casi 10 puntos porcentuales al 2015”, explica Chavarri.
También los proveedores
Pero el Objetivo N°8 hace referencial al crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos. En este contexto, los pilares temáticos en los que se basan sus metas son el desempleo juvenil, el salario digno y mecanismos que hagan sostenible la generación de empleo para los nuevos entrantes al mercado laboral. “La continua falta de oportunidades de trabajo decente, la insuficiente inversión y el bajo consumo producen una erosión del contracto social básico subyacente en las sociedades democráticas: el derecho de todos a compartir el progreso. La creación de empleos de calidad seguirá constituyendo un gran desafío para casi todas las economías”, plantea el documento de los ODS de la ONU.
Por esto, según Margarita Ducci, directora ejecutiva de Pacto Global Chile (ONU), durante 2016, el trabajo de la Comisión de Relaciones Laborales de Pacto Global, se enfocó a diversos temas en esta área, e incluso se creó una mesa especial que abordó la materia de subcontratación y relaciones con terceros. “En espacios de retroalimentación que hemos tenido con el sector productivo, se ha manifestado interés por este ODS, ya que se le considera importante para el desarrollo económico sostenible, siendo fundamental que las compañías generen condiciones necesarias para que las personas accedan a empleos de calidad”. Comenta Ducci.
De esta manera y por medio del trabajo que la red está realizando en torno a este Objetivo, las empresas también tienen la oportunidad de evaluar sus propias prácticas y eventuales riesgos que puedan enfrentar de manera indirecta, al responsabilizarse de la forma en que operen de sus proveedores. Incluso hilando más fino, varias compañías le están exigiendo a los proveedores que mantengan ciertos estándares laboreles sustentables para poder seguir operando como tal.” Uno de los principios básicos es que dentro de un esquema de sostenibilidad, se pueda lograr la mejor condición de comercialización para los pequeños productores, que son más vulnerables que las grandes empresas a los vaivenes económicos y que además, le es díficil encontrar mercados por sí mismos”, comenta Gerardo Wijnant, director de proyectos de Sostenibilidad y Comercio Justo de Proqualitas.
Dado que los ODS se interrelacionan, los temas laborales también se abordan, de alguna forma, en el ODS N° 5, relativo a Equidad de Género, tema sobre el que se ha desarrollado una labor importante en los últimos años.
FUENTE: Edición Especial, Diario El Pulso, 14 de Diciembre del 2016