Liderazgo Humanista: La Tendencia Clave para 2025
En un mundo cada vez más complejo y desafiante, marcado por entornos BANI (frágil, ansioso, no lineal e incomprensible) y VUCA (volátil, incierto, complejo y ambiguo), las organizaciones se enfrentan a la necesidad de redefinir el liderazgo. La irrupción tecnológica y los cambios generacionales han puesto de manifiesto que no basta con priorizar la productividad; es imperativo incorporar un enfoque más humano y empático. En este contexto, el liderazgo humanista emerge como una tendencia clave para 2025.
¿En qué consiste este enfoque? El liderazgo humanista se centra en las personas, priorizando su bienestar, desarrollo y las relaciones interpersonales dentro de las organizaciones. Según Pedro Leiva, Profesor Asociado del Departamento de Administración FEN UChile, “es un modelo que se fundamenta en principios éticos y de sostenibilidad, abordando problemáticas como la diversidad, la inclusión y la violencia laboral”. Este enfoque, según Leiva, no solo impulsa el cumplimiento de los objetivos organizacionales, sino que también fortalece la cohesión y el compromiso dentro de los equipos.
El factor humano como eje central
En esa misma línea, el académico Pedro Leiva destaca que el liderazgo humanista pone en valor la diversidad en todas sus dimensiones, incluyendo edad, género, etnia y experiencia. “Reconocer la unicidad de cada colaborador no solo genera un ambiente más inclusivo, sino que también impulsa el bienestar colectivo y el compromiso organizacional”, asegura. Este enfoque también fomenta el balance entre los objetivos corporativos y el desarrollo personal, ofreciendo una visión equilibrada y sostenible para las organizaciones.
Una respuesta a los desafíos actuales
Igualmente, en un contexto marcado por crisis ambientales y sociales, Leiva señala que esta orientación se posiciona como una solución a problemáticas urgentes como la violencia laboral, la exclusión y el agotamiento profesional. “La implementación de leyes como la Ley Karin y el Convenio 190 de la OIT refuerza la necesidad de adoptar un estilo de liderazgo que priorice el bienestar y la inclusión”, explica. Además, subraya que este enfoque no solo mejora el clima organizacional, sino que también promueve la sostenibilidad a largo plazo.
Marcia Correa Directora del CERH Chile (Círculo de Ejecutivos de Recursos Humanos), quién a su vez es Gerente de Personas en Retail Cencosud, complementa esta visión al destacar la importancia de desarrollar habilidades como la escucha activa y la inteligencia emocional. “Fomentar una cultura de feedback bidireccional y programas de crecimiento profesional no solo eleva la satisfacción de los colaboradores, sino que también refuerza su sentido de pertenencia”, explica Correa. Además, subraya que implementar políticas de armonía laboral que incluyan flexibilidad y programas de apoyo a temas de salud mental ayuda a equilibrar las demandas laborales con las necesidades personales.
Este cambio también es destacado por Sergio Valenzuela, presidente del Círculo de Ejecutivos de RRHH (CERH Chile) y gerente de Recursos Humanos de APL Logistics para Latinoamérica, quien recuerda que, durante la pandemia, este enfoque de liderazgo se convirtió en una ventaja competitiva. “Las organizaciones que fomentaron la confianza y el trabajo colaborativo sobresalieron frente a aquellas que se centraron exclusivamente en la productividad”, señala Valenzuela. Sin embargo, reconoce que la transición hacia este modelo aún es desigual, con algunas empresas liderando el camino y otras apenas comenzando.
El impacto de este tipo de orientación en el entorno laboral es evidente. Genera mayor compromiso organizacional, fomenta la innovación y creatividad, y reduce el estrés y el burnout al priorizar entornos empáticos y saludables. “Cuando los colaboradores se sienten valorados y escuchados, su motivación y productividad aumentan significativamente”, coincide Correa.
Adoptar el liderazgo humanista requiere acciones concretas. Entre las recomendaciones destacan desarrollar competencias como la empatía, promover la inclusión y valorar la diversidad en todas sus formas. Además, se sugiere implementar políticas de apoyo integral, como teletrabajo y capacitación continua, para asegurar que los líderes estén preparados para los retos actuales.
Para muchos expertos, este tipo de conducción es la respuesta a un entorno laboral y social que exige mayor humanidad y empatía. En palabras de Valenzuela, “es un camino lleno de aprendizajes, pero con un potencial inmenso para transformar positivamente el éxito organizacional”.
En 2025, este liderazgo no solo será una tendencia, sino una necesidad impostergable para equilibrar innovación, productividad y cuidado humano. Este enfoque promete transformar profundamente el entorno laboral, construyendo organizaciones más éticas, sostenibles y exitosas.