
Emociones de trascendencia y bienestar: una mirada desde la evolución humana
El Departamento de Administración de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile dio inicio el martes 26 de marzo a su nuevo ciclo de seminarios académicos, una instancia que busca acercar a la comunidad académica las investigaciones y publicaciones más recientes e innovadoras del ámbito científico y universitario.
En esta ocasión, tuvimos el honor de contar con la participación del Dr. Xavier Oriol Granado, Doctor en Psicología por la Universidad de Lleida (España) y Profesor-Investigador de la Universidad de Girona, quien presentó su investigación titulada “Emociones de trascendencia y bienestar: una perspectiva evolucionista”.
Las emociones de trascendencia —como la gratitud, la compasión y el asombro (awe)— están captando creciente atención en el ámbito de la psicología y las ciencias del comportamiento. Lejos de ser simples estados emocionales pasajeros, estas emociones cumplen funciones sociales profundas y, desde una perspectiva evolucionista, han sido clave en el desarrollo de la cooperación, la cohesión grupal y el bienestar humano.
El Dr. Oriol propone que estas emociones deben entenderse como adaptaciones evolutivas que han permitido a los seres humanos sobrevivir y prosperar en comunidad. A través de mecanismos neurobiológicos heredados, estas emociones movilizan conductas prosociales, fortalecen los vínculos sociales y promueven un sentido de pertenencia a algo más grande que uno mismo.
Una perspectiva evolucionista del comportamiento emocional
Desde este enfoque, emociones como la compasión no solo se activan ante el sufrimiento ajeno, sino que facilitan dinámicas de ayuda y cuidado que consolidan estructuras cooperativas dentro de los grupos. La gratitud, por su parte, refuerza el principio de reciprocidad y genera confianza mutua, mientras que el awe —experimentado frente a eventos inspiradores— reduce el foco egocéntrico y promueve una sensación de conexión colectiva.
A diferencia de otras corrientes que consideran las emociones como construcciones culturales, el enfoque evolucionista argumenta que estas respuestas emocionales tienen bases biológicas específicas y funciones claras: coordinan sistemas fisiológicos y conductuales para enfrentar desafíos adaptativos, como el cuidado mutuo, la alianza social y la solidaridad.
Emociones que construyen bienestar
Estas emociones también se vinculan directamente con distintas dimensiones del bienestar humano. En este sentido, la compasión disposicional —entendida como una tendencia estable a experimentar compasión de manera frecuente y profunda— se asocia con un mayor bienestar psicológico, una disminución del afecto negativo y un fortalecimiento del afecto positivo.
Asimismo, la gratitud, tanto en su forma disposicional como inducida, contribuye significativamente a la satisfacción con la vida y promueve estados emocionales positivos. Por su parte, el asombro (awe) amplía la percepción del yo, fomenta la humildad y se relaciona con mayores niveles de felicidad y conexión social.
Desde esta perspectiva, el bienestar no es solo una experiencia individual, sino una construcción relacional, alimentada por vínculos, experiencias compartidas y emociones que trascienden el interés personal.
Un enfoque para la sociedad y las organizaciones
La investigación del Dr. Xavier Oriol invita a repensar el papel de estas emociones en contextos tan diversos como la educación, la salud mental y el mundo organizacional. Comprender que estas emociones no solo benefician al individuo, sino que también fortalecen el tejido social, abre nuevas posibilidades para integrarlas en programas de desarrollo personal, liderazgo, bienestar laboral y cultura organizacional.