¿Se han agotado los Recursos Naturales de Chile?
El 18 de mayo de 2020 Chile se convirtió en el primer país latinoamericano con sobregiro ecológico, es decir, hemos agotado como país los recursos naturales que tenemos disponibles para todo el año. Una de las razones que explican lo anterior, y con mayor acuerdo que en el pasado, es que hemos acuñado un estilo de producción y de consumo que podemos resumir en producir, comprar, utilizar y luego a la cesta de la basura. Los municipios responsables de retirar estos residuos domiciliarios con altos costos para las arcas locales y menos presupuesto para educación y salud. Todo lo anterior ha ido acentuado por sistemas de compras y abastecimientos con ineficientes sistemas distributivos y de consumo.
Según el Informe del Observatorio de Sostenibilidad 2019 “Chile y sus regiones” (FEN U Chile) nuestro país tiene la mayor tasa per cápita de residuos municipales por persona de Latinoamérica con una tasa 418,7 kilos anuales y tendencia alcista. En este sentido, el consumo ha aumentado en más de un 25% en el periodo 2013-2017 (BC 2017) y las políticas medioambientales para manejar el problema de residuos aún no están activas. Los efectos del COVID-19 modifique sus componentes por el alto desecho de insumos de protección y, posiblemente, por el aumento del valor de la seguridad en el ámbito de la salud.
En Chile la Ley REP (responsabilidad extendida del productor) ha ido conformando una institucionalidad desde el 2015 respecto a metas de reciclaje. Hace algunas semanas fueron aprobadas modificaciones por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad, respecto a porcentajes y plazos en el reciclaje de envases de cartón, plástico y vidrios; formación y pago a los recicladores, como también plazos para recolectar en viviendas y comunas. Con estos cambios se espera evitar 7,7 millones de toneladas de residuos y lograr en su implementación e inversión casi 450 millones de beneficio neto.
Aunque existen desacuerdos en los plazos fijados para lograr metas ambiciosas de reciclaje, es posible que, superada la crisis del COVID-19 se abran miles de oportunidades para que pequeños empresarios organizados por industria o por barrios desarrollen modelos de negocios destinados a hacer de sus desechos un bien reutilizable.
Lo que consideramos basura hoy será una gran oportunidad para nuevos negocios y empleos futuros. Aunque la ley no considera a las empresas de menor tamaño, el llamado es informarse para crear modelos colaborativos con clientes, vecinos y proveedores locales, que permita innovar en productos y servicios como también gestionar residuos orgánicos y domiciliarios, permitiendo así contribuir al desarrollo sostenible local y generar nuevas fuentes de ingresos. Allí en ese espacio que deja la ley habrá co construcción de riqueza de alto impacto, valor social, económico y ambiental.
Reinalina Chavarri M.,
Profesora de Ética y Sostenibilidad
Directora Observatorio de Sostenibilidad
Departamento de Administración – FEN U Chile